No te fustigues, mujer, que no pasa nada. Has comido de más, no pasa nada, mañana lo haces mejor y ya está.
También te digo, porque te estoy viendo en mi misma situación de las últimas semanas, que es una cuestión mental. Ahora no está tu cabeza asentada, probablemente te hayas estado controlado mucho estos últimos meses y te haya venido un aluvión de estrés y no sabes controlarlo. Mira, yo he llegado a comerme casi una bolsa de chocolatinas (de estas mini que venden en Lidl y demás, imitación a Twix, Bounty, Snickers y Mars) en tres días. Y estamos hablando de medio kilo de chocolate. Mi cabeza decía 'paso de todo, estoy hasta los ovarios de reprimirme y voy a comer lo que me dé la gana'. Desde mi punto de vista y con mi experiencia, te digo que de todo se sale, que son etapas y que, aunque ahora no estés en el mejor momento, siempre puedes tomar las riendas de tu alimentación. No hagas cambios bruscos, ve poco a poco y recupera el camino. No has recuperado mucho peso, no has tenido un efecto rebote como tal, por lo que ahí hay muy buen material sobre el que volver, porque significa que no has perdido del todo los hábitos que has ido construyendo. Yo, con mis tonterías y mis dietas absurdas, casi he cogido todo lo que perdí. Así que te animo, encarecidamente, a que te levantes y hagas lo que sabes hacer tan bien, como nos has demostrado a todos. Porque tú, ahora más que nunca, eres una guerrera y no te puedes rendir. ¡Ánimo y a por ellos, que son pocos y cobardes!