¡¡Muy buenas noches, mis guerreras!!
Perdonadme la ausencia. Ando muy liada con los estudios. Pero os traigo noticias frescas, jeje.
La repetición del peso el miércoles pasado fue bien. 61.8kg, -500gr respecto al día 2. No me pareció nada del otro mundo, pero una bajada es una bajada. Hoy me ha tocado pesarme de nuevo y hoy estoy más contenta todavía. 60.8kg, -1kg respecto a la semana pasada. Estoy a 900gr de ver el 5 y a 1kg de mi peso más bajo de 2016. ¡Increíble! Hoy, ya que estaba, me he medido también. Os dejo las medidas en una tablita. Están todas las veces que me he medido desde que empecé en febrero (me mido una vez al mes, me da demasiada pereza medirme a las 6am...):
Está claro que la pérdida de peso y grasa está siendo muy efectiva y he perdido muchísimos centímetros en todas partes. He perdido muchísima caderas y cintura. Pierdo menos pecho, cuello, piernas y, sobre todo, brazos. Es lo que más me cuesta y también tengo mucha carne colgandera, pero, bueno, con tiempo y un yo-yo, todo de consigue. Con todo, por supuesto, estoy contentísima por los resultados logrados en estos 5 meses (sí, guerreras, llevo ya cinco meses dándolo todo) y espero poder conseguir mucho más a la vuelta de vacaciones. Me queda algo menos de un mes para seguir avanzando y estoy segura de que me iré viendo el 5. Lo perderé de vista casi seguro en vacaciones, pero la vida está para disfrutarla. Ya habrá tiempo de volver a la rutina y retomar las costumbres que me han traído hasta este punto.
También quería contaros algunas cosillas más. Ayer estuve mirando vestidos con una amiga. En mi calle hay una tiendecita que tiene la ropa baratísima. Ahora estaban de rebajas y te puedes llevar 3 prendas por 15 euros. Es una ganga. Pues se lo dije a mi amiga y para allá que nos fuimos. Nos tiramos un mogollón de tiempo probándonos vestidos. Al final me traje uno rosita claro, pegadito, muy bonito, que me salió por 3 euritos y un espectacular y elegante vestido rojo, que me costó 5 euros. Aparte del chollazo, que está genial, esto es importante para mí porque, cuando empecé a adelgazar en 2013, mi sueño era poder ponerme un vestido rojo. Cuando ayer encontré el vestido, uff, me costó ponérmelo, la verdad. Todos los vestidos rojos que me había probado antes (incluido ayer, que encontré uno a lo Marilyn Monroe que al final se lo compró mi amiga), no me gustaban nada como me quedaban. Pero ese vestido tenía algo... Y fue lo último que me probé. Me quedaba tan bien, me hacía tan buen cuerpo, que no me lo pensé. Y ahí lo tengo, en el armario, deseando estrenarlo. No puedo estar más contenta. Al fin he conseguido hacer realidad algo que no alcancé ni siquiera cuando pesaba 53kg.
Hoy, además, he tenido un día estupendo. Las medidas, que me las he tomado antes de pesarme, ya presagiaban un buen peso. De hecho, cuando me he medido, he flipado, porque no me esperaba tanta bajada de centímetros (lo de las caderas ha sido algo imprevisto y por fin bajo de las tres cifras). También ha llegado un precioso cuaderno que me ha regalado mi novio (soy la niña de los cuadernos, adoro todo lo relacionado con la papelería). He ido a la piscina a nadar un rato, que ya no me acuerdo ni cuando fue la última vez que nadé, y me he encontrado tan bien en el agua, a pesar de que a mí lo de nadar no me gusta mucho, que mañana creo que echaré otro rato después de spinning, simplemente porque me apetece. Hiy iba a ir a correr, pero mi entrenador no me ha dejado. Tiene miedo de que me lesione por correr porque trabaja el mismo músculo que la bici y no es plan. Y, para rematar, hoy tenía comida trampa. He invitado a mis amigas y hemos comido un picoteo en casa. He hecho mis patatas con bacon y queso, batata frita (la podéis comprar en Mercadona, no está nada mal, pero unas buenas patatas están mejor), croquetas de roquefort (las compré en el mercado) y pan de ajo con mozzarella; también compré mini napolitanas saladas y patatas fritas al limón y la pimienta, corté queso (que nos encanta a todos) y a mi nene le hice también una hamburguesa. Nosotras estábamos demasiado llenas como para la hamburguesa, así que las he congelado para el próximo día. De postre, compré mochis de coco (que ni los hemos abierto) y una pizza de chocolate de Doctor Oetker (que no os la recomiendo mucho, yo soy adicta al chocolate y ese chocolate no estaba muy allá, además de ser un robo de pizza - 3.75 euros cuesta la señorita) y mis amigas hicieron una tarta de queso que estaba increíble. La mejor tarta de queso que he comido en muchísimo tiempo. Le echaron mermelada de frambuesa por encima y luego le pusimos nata en el plato y eso era un lujo para los sentidos, de verdad. Vamos, ha estado todo genial. Casi estoy haciendo la digestión todavía, jaja. Me lo he pasado de maravilla y he tenido un día fantástico. De verdad, no puedo ser más feliz.
Espero que vosotras estéis teniendo un estupendo fin de semana. Un besazo, mis guerreras.