Es por el azúcar casi seguro. En cuanto el cuerpo se acostumbra al azúcar, te pide más y, como no se lo puedes dar, te produce ansiedad. También es posible que sea porque tu cabeza está acostumbrada a comer a ciertas horas y, como estás ayunando, pues no termina de pillar bien lo que es eso. Básicamente es una cuestión de costumbres.
Lo de las retenciones me parece una pasada...