Depende un poco de qué estés comiendo a lo largo del día y el balance que hagas de macros. Una cosa que sí que es verdad y en la que tiene razón el libro (y sabes que no me gusta) es que las proteínas sacian y hay que meterlas en todas las comidas. Esto es cierto, pero hay ocasiones en las que es complicado tener suficientes proteínas para sacarte. Si estás pasando hambre, probablemente sea que no estás tomando suficientes proteínas, demasiadas grasas y/o hidratos de mala calidad. Como se te junten dos, ya tienes el problema. Si la mañana se te hace larga, intenta meter un buen porcentaje de calorías a lo largo de esas horas. Por la tarde, que es tu punto débil, intenta prepararte algo rico en proteínas (el queso quark - el de Aldi, que es, muy alto en proteínas - es muy bueno para eso, es muy saciante, algo denso, y lo puedes acompañar con fruta). Y, eso, intenta que todas las comidas tengan un buen porcentaje de proteínas para que te sacien. A ver si pasas este bache con fuerza y se soluciona ese hambre voraz.
Lo de la retención puede ser cualquier cosa. En cuanto hagas algo fuera de lo común o lo que sea (eso incluye estrés o falta de descanso), ya la hemos liado. Así que no te preocupes que si estás haciendo las cosas bien, la báscula baja.