Buenas noches, guerreros.
Os habéis puesto vosotros más nerviosos que yo con lo de la inmobiliaria, jaja. Pues, antes de que me lo dijeras, Luís, llamé yo, sí. Tenía que asegurarme de que podíamos ir a ver el piso. No ha habido problema, hemos ido, lo hemos visto y estamos pendiente de acuerdo por parte de los propietarios (por el tema nómina, precio del piso y los animales). El piso está recién reformado, el que entre lo va a estrenar. La cocina no es muy grande, pero está bien. El cuarto de baño es pequeño, pero tiene un buen plato de ducha. La terraza está acristalada y no es demasiado pequeña. El salón y las habitaciones no son muy grandes, pero están bien. Hace esquina. El salón da a una calle con tráfico y tal y las habitaciones, a una calle peatonal (y salida de garaje). El mercadona está justo enfrente y hay muchísimos comercios por la zona. También tiene parada de bus justo enfrente. Está muy bien. No pilla cerca de la playa, pero eso era algo que ya sabíamos. Para ir al gimnasio puedo coger la bici, que está cerca el carril bici y me deja muy cerca del gimnasio. Y yo creo que eso es todo. Ah, el piso está sin amueblar, así que tendremos que comprar muebles según pasen los meses si nos lo quedamos.
Y sí, Luís, aquí paga el inquilino la comisión. Pagas el equivalente a tres meses cuando entras a vivir en un piso si vas con inmobiliaria (el mes corriente, la fianza y la comisión de la inmobiliaria). Es un robo a mano armada y sobre todo con los precios que se manejan aquí. Está la cosa muy mal. De hecho, he ido a tres inmobiliarias y en ninguna tenían pisos de alquiler de larga temporada. Entre los pisos vacacionales y los de estudiantes, la cosa está fatal. A ver si sale este y tenemos un problema menos.
Bueno, aparte del tema del piso, hoy he ido al gimnasio. Llevaba sin ir desde el miércoles. El jueves por motivos que no voy a detallar no hice nada y ayer anduve muchísimo. Hoy, entre el entrenamiento (espalda más cardio), el paseo a ver el piso y el paseo por la noche, me salen otra burrada de pasos. Y como me apetecía y me lo podía permitir, me he pedido una ensalada cuando mi nene se ha ido a comprar la cena. Era ya tarde (las once y media) y no quería que me pusiera a hacer la cena. Yo tenía en mente hacerme mi pollo igual, porque hoy mi comida ha sido un desastre, ahora lo veréis, y quería hacer una cena normal. Pero he visto la ensalada y me ha convencido (tomate, lechuga, cebolla, maíz, jamón cocido y queso, con vinagre balsámico y aceite de oliva). Estas cosas son las que me hacen sentir a gusto. La ensalada estaba de vicio. Eso sí, le he robado un par de cucharaditas de helado de turrón al nene. Os dejo el menú y el entrenamiento.