¡Buenas noches, guerreros!
@Luis78ESP, pues es que me di cuenta luego de lo del freno magnético y me puse a buscar. Y me he encontrado
esta otra, que sí tiene freno magnético y aguanta 180kg. Mi novio ha flipado cuando la ha visto con la tablet y todo. Me ha dicho que esa le da más confianza, así que yo creo que esa será la elegida al final.
@lila87, pues es que lo necesito, vaya. Yo no corro (y ahora mismo, con el peso que tengo, no puedo correr), no puedo salir con la bici porque es un peligro y, no sé, salir solo a andar es poco cardio. Evidentemente, no quiero volver al gimnasio, así que tengo que invertir en una bici de estas. El problema es que mi novio quiere una serie de especificaciones para no molestar a los vecinos y poder usarla él. Así que es una gran inversión. ¡Espero que merezca la pena! Y todavía me tienen que llegar mis bandas elásticas, que eso sí que es como tener un mini gimnasio en casa.
@montuiri, pues no, la verdad, no hemos buscado sitio. Hasta dentro de mes y medio, creo que puedo esperar, jaja. Pero o la pondré en la habitación del fondo, que la tengo libre, o la iré moviendo de la habitación al salón (sobre todo en verano, que hay aire acondicionado y no quiero morir deshidratada). Todo se andará.
Bueno, lo primero y antes de nada, deciros que Ogran está mucho mejor. He visto que orina, así que es una señal maravillosa. Está comiéndose la comida con medicina, aunque a regañadientes, pero, por lo menos, se la va comiendo. Así que espero que la cosa siga así y a ver qué nos dice la veterinaria el martes cuando lo llevemos.
Hoy no he parado apenas. He tenido mucho trabajo y casi no me he movido de la silla. He hecho mi menú y la lista de la compra para ir a comprar después de comer. Estando ya en la caja para pagar, me he dado cuenta de que no tenía mis gyozas. La cajera, muy amable, me ha dicho que fuera a por ellas, que no me preocupara. ¡Me ha ahorrado un viaje! Después, como en Lidl no tenían mi té verde (¡¿por qué, señor, por qué?!), he tenido que salir de nuevo a otro super a por el té y me he traído tres cajas y dos manojos de espárragos. Lo mío con los espárragos no es normal... ya había cogido otro manojo más en el Lidl. En fin, que tengo que cambiar el menú porque no esperaba comprar espárragos y ahora tengo tres manojos que me tendré que comer en una semana. Y cuando he pasado por la panadería, madre del señor, mis ojos se han posado en unos hojaldres de fruta. Yo, como buena golosa que soy, no puedo evitar mirar cuando paso por la pastelería. Además, hoy tenía que comprar pan, así que, sin remedio alguno, tenía que entrar. Bueno, resumiendo mucho, mañana no como mochis, tengo un hermoso hojaldre esperándome en la nevera.
Como creo que eso es todo por hoy, os dejo el menú y me voy a ir a la cama a leer un rato, que el señor Brandon Sanderson hace libros tremendamente largos y solo voy por la mitad de
El camino de los reyes, que empecé hace más de un mes.
Mañana es viernes, así que toca pasarse por la báscula. Esta semana he tenido guardada la báscula en otra habitación para evitar pesarme. Como es una báscula inteligente (jaja), cada vez que me subo, me manda el peso a la app y luego no me cuadran las cuentas, así que la he guardado y ya le he vuelto a sacar para mañana. A ver qué me dices.
Y como mañana es viernes, pues tengo mi comida libre que, salvo por el cambio del mochi por el hojaldre, será muy parecida a la de la semana pasada, con mis gyozas y el sushi. Esta vez no tomaré sidra porque creo que el hojaldre me va a subir bastante las calorías, aunque, no sé, dependerá de cómo me vea mañana. Si la bajada es grande o estoy contenta, lo mismo también me la tomo.
¡Ah, casi se me olvida! Esta tarde, antes de comer, me mira mi novio y me dice que se me está notando ya la dieta. Me ha sorprendido porque yo estaba con mi chandal para estar por casa. Me ha parecido curioso y me ha levantado la moral un montón. Habrá que seguir en la brecha.
¡Feliz viernes, guerreros!