Buenas tardes, warriors!
Aix, hoy he conseguido sacar un poquito de tiempo para pasarme por el foro desde el ordenador (¡¡¡bieeeen!!!).
@maria0, me encantan subir a la Alcazaba. Estoy pensando subir mañana por otro sitio y mandaros otras buenas vistas de la playa, jaja, pero quiero primero ir a nadar. Eso sí va a ser un palizón, jaja. La abstinencia del azúcar la llevo genial, cosa que me sorprende muy gratamente. Cuando tengo antojo de dulce, tiro de fruta (los plátanos han volado, ya no me quedan fresas, las peras están a punto de desaparecer...). El batido de proteína whey también es dulce y las harinas de avena, así que puedo comer cositas muy ricas sin nada de azúcar. Ah, los siropes, uff, mano de santo, jaja. Me alegro por lo del jamón, jaja. Es bueno saberlo. Habrá que ir haciendo listas de cosas con y sin azúcar.
A ver si puedo abrir el post... Ah, por cierto, si te pasas por aquí, me avisas y nos damos un paseo por la Alcazaba.
@Swim, el paseo me sentó tan bien que tengo ganas de madrugar un poco más para irme de paseo por la mañana temprano, antes de sentarme a estudiar. ¡Hasta tengo ganas de correr! Uff, uff, esto de hacer ejercicio me tiene revolucionada, jaja. El tema del azúcar es bastante peliagudo. Si tienes tiempo (y ganas), te recomiendo que veas el documental 'Fed Up', y si tienes menos tiempo, puedes ver el programa de Equipo de Investigación (el de la Sexta) que se titula '
Dulce adicción' (este me parece más sensacionalista que el otro).
@melisol, este es del que te hablé anteriormente. A ver si puedes verlo por ahí. El problema, Swim, del azúcar es que nos lo ponen en todo. Decirte que, como ya comenté antes, el jamón serrano de Mercadona lleva azúcar, así como, por ejemplo, los espárragos blancos en conserva (chicas,
@Marygordis y
@maria0, los espárragos verdes he visto que no tienen azúcar
). Está en todo, desde los tarritos para los bebés (que sería cosa de denunciar, la verdad), pasando por el pan, los dulces varios, los embutidos, los congelados... En fin, si quieres vivir sin azúcar, tienes que saber leer las etiquetas, porque puede aparecer de mil maneras (sacarosa, dextrosa, maltodextrina, jarabe de maíz, jarabe de azúcar, almidón de maíz, concentrado de fruta... y un largo etcétera que tengo que recopilar). En el fiambre lo echan por el color (sí, el color...) y un poco el sabor. En el pan, para que fermente más rápido, me parece. Y, en definitiva, para engancharnos. Porque el azúcar es más adictivo que la cocaína y no estoy diciendo ninguna burrada, ya que lo ha demostrado sobradamente un investigador de la Universidad de Burdeos (Francia). Así que hay que tener cuidado con lo que uno come...
Después de este discurso en detrimento del azúcar, vamos con mi día, jaja. Llevaba un poco de retraso esta mañana (he tardado hora y media más de lo habitual en hacer lo mismo de siempre, aunque sí es cierto que he hecho cosas nuevas) y me he puesto a estudiar algo tarde. Al menos he conseguido estudiar lo suficiente como para permitirme un par de caprichos después del gimnasio (una ducha tranquila y una siesta bien merecida). Hoy me tocaba spinning y, buf, he sudado la camiseta de lo lindo. ¡Qué manera de sufrir! Y casi me quedo sin clase... Estábamos cuatro para entrar. Menos mal que el monitor se ha portado y nos ha dado la clase. Ya me veía volviendo a casa sin hacer nada.
Pero todo bien, todo bien. En cuanto a comida, estoy muy contenta. No tengo antojos exagerados ni ansiedad. Además, estoy probando cosas nuevas y el propio cuerpo me pide otras (como los huevos escalfados que me voy a comer dentro de un ratito). Tengo ganas de mi comida trampa porque me encanta mi wok de verduras, pero tengo claro que esta semana el postre va a ser fruta y con muchas ganas. Así que, sin más, os dejo el menú de hoy.